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jueves, 21 de agosto de 2014

Noche

La noche no sabe cuanta calma esconde,
cuantos sueños, cuantos cuentos y despojos.
Cuanto aturde el silencio, entre sus ojos.
Me observa, me invade.
Persisto.
Son los grillos que envuelven una atmósfera sin aire,
no hay descanso entre su manto gris,
a veces celeste, otras veces opaco.
Sin embargo la noche sabe
que en su lecho brillan alto
esas luces que la pican,
que pellizcan su quietud.
Las deja ahí,
son zócalos de su muro,
son parte de su teatro mudo,
revelando entre sus dedos
las historias de tormentas.
Como cicatrices sobreviven,
se ríen, de días nublados, desordenados.
Como trofeos se enmarcan,
remuerden la comodidad,
son huellas, estelas,
libertad.
Constelaciones del alma,
cadencias del sol que se emblanquece,
se disfraza de luna, y apaga su fuego.
Se enciende la noche,
como una mecha insaciable,
da pasos de gigante.
El viento es un velo de seda
que le cubre el rostro,
las nubes una alfombra elástica que la eleva.
No sabe cuánta calma esconde, la noche,
vestida de luto, ignora lo apacible, de sus tempestades.









ABANDONADOS

NOTICIAS

martes 17, junio de 2014

Abandonados

Así se sienten las 71 familias que viven en Colonia Sola. Desde hace 14 años esperan que
el Gobierno porteño cumpla con la ley que ordenó realizar la rehabilitación integral del
complejo construido en Barracas en 1889. El IVC también ningunea un fallo judicial de 2008
 y sólo se acercó a apuntalar estructuras. Ningún funcionario pisa el lugar desde 2010. 
Los vecinos vuelven a levantar su voz.
Por Verónica Del Vecchio

Abandonados

Dicen que si las paredes pudieran hablar, no habría tantos misterios ocultos. Aunque se necesitarían
 muchos años para escuchar las historias que esconden la mampostería caída, los balcones débiles,
las columnas desfasadas y la humedad metiche, que se infiltra y resquebraja la esperanza de las 71
 familias que habitan Colonia Sola, un complejo ferroviario inglés construido hace más de un siglo en Barracas. Hoy, los vecinos esperan que el Gobierno de la Ciudad cumpla con sus promesas y con una ley,
encajonada, que lo obliga a realizar las obras estructurales necesarias para evitar una tragedia.
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INUNDADOS AUNQUE HAYA SOL


NOTICIAS

jueves 22, mayo de 2014

Inundados aunque haya sol

Cloacas. Bombeo. Pluviales. Los vecinos de la calle Vieytes, entre Iriarte y Cruz,
no saben cuál es la causa. Pero conocen muy bien sus consecuencias: intempestivamente
el agua servida sube y los deja anegados por horas.
Ni AySA ni el Gobierno porteño dan respuesta.
Por Verónica Del Vecchio

Inundados aunque haya sol
Cuando el agua baja, sobre la vereda queda de todo: paquetes de yerba, preservativos, basura.
La consternación de los vecinos de Barracas, sin embargo, no puede escurrirse por los desagües que,
con lluvia o pleno sol, no dan a basto para contener ese río marrón de aguas servidas que los deja
anegados por varias horas. Leer toda la nota