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sábado, 15 de diciembre de 2012

Son sus ojos, son los tuyos


Sopla el viento y no llega.
No alcanza,
para apagar el fuego de las velas,
porque se cumplen años,
y las puertas no se abren.
Caen unos, caen otros.
Otros miran. Se deleitan.
Los ojos ven negro,
las telas se manchan, en los telos.
Los telones se cierran
y el espectáculo se encubre.
Las manos pequeñas,
las lágrimas del mar de la inocencia,
que navegan en ojos tristes.
Risas, insoportables.
Canciones de cuna que se
pierden en la tierra,
la misma que adormece nuestros sentidos.
El símbolo intercambiable,
por el que se vende carne humana.
El canibalismo y el disfraz para esta gran fiesta,
el rito donde la sangre se tiñe de blanco.
Porque solo algunos son los protagonistas,
de la tragedia,
de la muerte del alma.
Porque no sentimos.
Lo mismo.





Justicia por Marita Verón. 
Justicia por todas las víctimas de la trata de personas. 

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